La obra de Daniel Moratalla “Sisante” ha evolucionado a lo largo de los años.  Si bien en un principio su obra monográfica basada en temas costumbristas y populares: la siega, la era, el azafrán, la pleita, niños jugando, toros…pasa después al paisaje de su pueblo y en general de la “Manchuela Conquense” como él mismo se define “Pintor de la Manchuela”, con temas de paisajes de tierras de cereal, siempre a vista de pájaro, paisaje de verano y siempre el horizonte donde alcanza la vista con el paisaje propio de la Manchuela “su tierra”: girasoles, trigales, olivos… fijándose particularmente en los cardos secos del verano tan típicos en su pueblo. Últimamente, descubre la Manchuela en primavera: con sus paisajes de lirios del campo, amapolas, trigales, cardos verdes, pero siempre impregnados de un toque personalísimo, que pasa de los ocres en verano a los violáceos y rojos de la primavera. Está enamorado nos cuenta, de la luz de la Manchuela donde su personalidad la plasma en la obra, porque las palabras: composición, luz, color, dibujo, equilibrio…, la pintura impresionista y su pintura como tal, la llevan consigo mismo. Según nos dice el impresionismo  es la pintura que mejor puede representar la sensibilidad, maestría del color, personalidad y alma del pintor entre muchas cosas más.